martes, 22 de septiembre de 2009

Bolivia II viajando de otra forma: Quillacollo, Cochabamba











Todo esto que os cuento con los Andes de fondo!





Otro detallito es que una casualidad más me llevó sin yo saberlo a otra institución de jesuitas, y otra vez podía decir que estaba en el Loyola!!!

En este anecdotario no puede faltar mi pequeño homenaje a a la alegría y solidaridad de todos los miembros de esta comunidad:

Por un lado, los chicos y chicas del hogar, quienes entre ellos ejercían las funciones familiares mucho mejor que en no pocas familias de tipo "tradicional". Me tocó vivir cómo uno de los mayores salvó la vida a uno de los pequeños de ahogarse en la piscina. El chaval que lo sacó ni lo mencionaba. El pequeño reflejaba el susto que tenía en el cuerpo. La mala suerte fue que al ser nuevo, no sabía aún nadar.

Por otro, la gente que trabaja allí. Quienes han apostado sus vidas en las manos de quienes han tenido peores cartas. Y pese a las grandes y numerosas dificultades, van ganando bazas. Por eso el colegio que funciona en el hogar es, según me contaron, el mejor considerado de la zona. Un ejemplo, Jorge, un sacerdote catalán y jesuita que llevaba allí ene años ejerciendo de Padre, sin que le gustara que le llamaran así.


Por lo visto, y pese a mis dudas en un primer momento, la estatua más grande del mundo está en esta ciudad boliviana...ni me enteré hasta que íbamos de vuelta al aeropuerto en la camioneta, cuando me lo contaron los entre 10 y 12 chavales que nos acompañaron en el cajón. Por cierto, mucha risa gritando chorradas a los transeúntes desde arriba del camión.


Este se me quedó frito viendo la tele. Ojo al intrusillo en la foto arriba a la izquierda!

Se me pasaran muchas sensaciones y detalles que puedan acercarse más a mi experiencia, pero esta es una de esas cosas en la vida que, o se viven, o es tela de difícil explicarlo. Pero eso, MU GRANDE!


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